Una palabra teológica sobre el ser humano
"Desde siempre, el hombre, para comprenderse, ha ido a llamar a la puerta de los dioses. Después de todo, ¿no es en el frontispicio de un templo, en Delfos, donde está grabado el famoso 'conócete a ti mismo'? (...)
Desde la Modernidad, inaugurada por Descartes, el hombre pretende tomar la medida de su ser a partir de él mismo, considerado como un sujeto autónomo desligado de la transcendencia. 'Cogito, ergo sum'. Aun creyendo en la existencia de Dios, se trata de pensarse 'etsi Deus nom daretur', como si Dios no existiese (...)" (A. Gesché)
Este texto da para pensar. ¿Y si Dios puede iluminar nuestra misteriosa condición humana? Tal vez hoy, aunque sólo se trate de una propuesta entre otras, el hombre puede ser pensado desde Dios... A lo mejor, una perspectiva teológica pueda aportar algo al hombre que se interroga sobre sí mismo. Al respecto, B. Pascal decía que el hombre sobrepasa infinitamente al hombre debido al misterio que le constituye.
Interesante, ¿no?
Desde la Modernidad, inaugurada por Descartes, el hombre pretende tomar la medida de su ser a partir de él mismo, considerado como un sujeto autónomo desligado de la transcendencia. 'Cogito, ergo sum'. Aun creyendo en la existencia de Dios, se trata de pensarse 'etsi Deus nom daretur', como si Dios no existiese (...)" (A. Gesché)
Este texto da para pensar. ¿Y si Dios puede iluminar nuestra misteriosa condición humana? Tal vez hoy, aunque sólo se trate de una propuesta entre otras, el hombre puede ser pensado desde Dios... A lo mejor, una perspectiva teológica pueda aportar algo al hombre que se interroga sobre sí mismo. Al respecto, B. Pascal decía que el hombre sobrepasa infinitamente al hombre debido al misterio que le constituye.
Interesante, ¿no?
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